jueves, 29 de noviembre de 2007

Inspiración

Se dice que ya no deben existir apóstoles puesto que la función de éstos ha concluido desde la primera era de la iglesia. Esta función, insisten, consistía en escribir los últimos libros inspirados de la Escritura, canon que ya quedó cerrado desde entonces. Por tanto, infieren, no hay necesidad de estos ministerios el día de hoy.
Sin embargo, es muy importante que la Biblia nunca diga que esa sea una función apostólica. Además podemos ver que de los doce apóstoles que el Señor llamó, únicamente Mateo, Juan y Pedro, fueron los que Dios usó para escribir inspiradamente. Entonces ¿los demás no cumplieron con su función? Por otro lado, personas que no eran apóstoles escribieron textos inspirados: Marcos, Lucas, Santiago y Judas, éstos no estaban dentro de los doce y no obstante escribieron para Dios.
El texto usado para apoyar este argumento es Efesios 2:20

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas,
siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular


Se interpreta de manera figurada que el fundamento es la Biblia, la cual ha sido inspirada por Dios usando a los apóstoles y profetas, pero nunca en la Escritura se dice que ésta sea la única función de los apóstoles o los profetas. La función del apóstol Pablo y de otros como Bernabé era: llevar el nombre del Señor “delante de los gentiles, de los reyes, y de los hijos de Israel” (Hech. 9:15). Guardar la sana doctrina “tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención” (2 Pedro 1:19). Fundar iglesias “anunciar el evangelio aun a las regiones que están más allá de vosotros, y para no gloriarnos en lo que ya se ha hecho en la esfera de otro” (2 Corintios 10:16). Recibir un fresco entendimiento de lo que ya está escrito, sin añadir ni quitar a lo inspiradamente establecido desde el primer siglo de nuestra era, “tal como os escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada” (2 Pedro 3:15).
Si evangelistas, pastores y maestros son necesarios aún ¿por qué no habrían de serlo los profetas y los apóstoles también?

martes, 27 de noviembre de 2007

De Apóstoles y Pastores

La recurrente pregunta de si hay apóstoles en nuestro tiempo sirve para traer a memoria el tema de la autoridad delegada. La necesidad de la autoridad delegada es obvia en las Escrituras. ¿Son necesarios los pastores en una iglesia? ¿Lo serán también los apóstoles hoy en día? Al respecto hay mucho qué decir y qué aclarar en este espacio. No queremos tanto debatir, aunque creemos que será algo casi imposible de evitar.

1. Pastores
Señalado como uno de los cinco ministerios de Efesios 4, el pastor es necesario para guiar y apacentar, para proteger y para reunir a las ovejas. No así para llevar un control jerárquico o una competencia eclesiástica. Es un guardián de la sana doctrina y del sano crecimiento de la congregación, y constituye un don de Cristo para nutrir y equipar a su iglesia.

2. Apóstoles
Su nombre significa enviado. La Ecritura claramente hace notar más de doce apóstoles. Pablo es uno de los tantos apóstoles enviados por el Espíritu (Hechos de los Apóstoles 13:2) después de los que Cristo había llamado.
Según 1 Corintios 9:1, hay tres rasgos característicos en este ministerio 1) Haber visto al Señor Jesucristo resucitado, 2) tener el respaldo de señales y prodigios, y 3) establecer iglesias como sello de su apostolado. No son requisitos para ser apóstol, sino características inherentes del que ha sido escogido por Dios.

Al respecto habrá mucho que discutir. Tan solo quiero hacer énfasis en una de las tareas más importantes de los apóstoles de hoy en día, la de guardar la sana doctrina ejercitando en ella a evangelistas, pastores y maestros. La sana doctrina que está ya completa en las Escrituras requiere de vehículos bien entrenados para guardarla fielmente y esto no sería posible sin practicar un principio eterno, el principio de la autoridad.